Durante la década de los 70 se desarrolló el cultivo de marihuana con luz artificial. Desde entonces se han probado decenas de tipos distintos de luces, algunas con mejores resultados que otras, pero ¿Cuáles son las mejores luces para cultivar cannabis en interior? Con este artículo lo descubrirás.
Hasta hace unos años, las HPS o lámparas de alta presión de Sodio eran las reinas indiscutibles en la categoría de iluminación de plantas en interior. Pero en la actualidad han sido superadas, sobre todo por la tecnología LED que no para de avanzar, pero también por otros tipos de luz como los CMH que están resultando muy eficientes.
Para valorar mejor las distintas luces, vamos a hacer una comparativa por precio, consumo, emisión de calor, espectro y esperanza de vida.
Precio | Consumo | Calor | Espectro | Vida | |
HPS | Bajo | Alto | Alto | Malo | 10.000 Horas |
MH | Bajo | Alto | Alto | Medio | 10.000 Horas |
CFL | Bajo | Bajo | Bajo | Medio | 7.500 Horas |
LED | Alto | Bajo | Medio | Bueno | 50.000 Horas |
CMH | Medio | Medio | Medio/Alto | Medio/Bueno | 15.000 Horas |
Seguramente todavía seguirá siendo la iluminación más utilizada en los cultivos de cannabis. Ofrecen una cantidad de lúmenes difícil de igualar, pero su espectro no es el más adecuado y eso provoca que se desperdicien muchos. Además, la cantidad de calor que producen obliga a separarlos bastante de las plantas, y consumen más que otras luminarias, por lo que se están viendo desplazadas por otras luces más modernas.
Dentro de las potencias disponibles en kits HPS, las de 600W son las favoritas en Europa, pero en USA las de 1000W son las más utilizadas. Las de 400W y 250W cada vez se usan menos, pero todavía hay quien ilumina su pequeño cultivo con estos kits.
Siempre se ha dicho que una buena producción con HPS es conseguir sacar un gramo por cada vatio consumido. Hemos visto con nuestros propios ojos sacar casi 1,3 g/w con una lámpara de 600W, por lo que se puede sacar más. La vida útil de las bombillas de alta presión de Sodio puede llegar hasta las 10.000 horas aproximadamente.
Gráfico del espectro de luz de las lámparas HPS*
La iluminación MH (Metal Halide) era la más extendida para los cuartos de crecimiento y mantenimiento de madres. Su espectro más blanco y azulado la convertía en mejor opción que las HPS, que emite un espectro más amarillo/naranja, dentro de las lámparas de descarga de alta intensidad.
Los aspectos negativos de las MH son los mismos que los de las HPS, alto consumo, mucho calor emitido, y una buena cantidad de lúmenes desperdiciados. Esta tecnología mejoró hace unos años con la incorporación de los CMH, bastante más eficientes.
Aunque no es la mejor luz para florecer cannabis, hemos visto interiores de autoflorecientes que rendían muy bien con bombillas de Halogenuros Metálicos, posiblemente porque las genéticas Ruderalis de sus ancestros florecían en latitudes con espectro de luz natural más blanco. La producción con MH puede llegar al g/w prácticamente, y su vida útil se extiende hasta las 10.000 horas.
Gráfico que representa el espectro de luz que emiten las bombillas de Halogenuros Metálicos*
Las Fluorescentes son bombillas de bajo consumo especiales para cultivar cannabis, que consiguen un espectro más completo que las lámparas de alta intensidad, emiten mucho menos calor y consumen bastante menos también. El problema es que se queda muy corto de potencia, y hace inviable obtener un alto rendimiento en la cosecha cuando se utiliza para florecer.
En cambio para mantener plantas madre, germinar, o iluminar durante los primeros estadios de vida de las plantas es muy efectiva. Al no producir mucho calor se puede acercar el foco a las plantas mucho más, y de esa forma crecen muy compactas, con poca distancia entre nudos.
Un punto negativo de este tipo de luz es su corta vida útil, que va desde las 5.000 hasta las 10.000 horas aproximadamente.
Gráfico donde se puede ver el espectro de luz emitido por las CFL*
Las primeras LED de cultivo no tuvieron mucho éxito, eran caras y no rendían lo suficiente, por lo que defraudaron a muchos cultivadores. Todos recordamos los UFO de 90W que no valían para florecer, y en crecimiento se espigaban las plantas, un auténtico fiasco.
Posteriormente salieron los paneles LED que contenían diodos de 2W y combinaciones de hasta 16 colores, estos funcionaban algo mejor, pero también dejaban mucho que desear. Estas luces seguían siendo muy caras para el rendimiento que ofrecían, pero supusieron el cambio de HPS a LED para muchos usuarios.
Hace 8 años aproximadamente surgieron los COB LED, estos aparatos incorporan un chip que hace más eficiente la producción de luz. Gracias a esta tecnología el LED se colocó en la cima de las luminarias para el cultivo de marihuana en interior, ya que ofrecen el mayor rendimiento con el menor consumo.
Lo último en esta tecnología son los Full Spectrum LED, que son paneles que combinan muchos colores y una gran intensidad. Son muy eficientes y además de conseguir una mayor producción de cogollos, el contenido de resina es mayor y el nivel de THC y otros cannabinoides más alto. Con los modernos paneles LED de espectro completo puedes llegar a sacar hasta 2 g/w y su vida útil se alarga hasta las 50.000 horas.
Gráfico que muestra el espectro de luz casi perfecto de los LED de espectro completo*
Esta tecnología está ganando adeptos día a día, ya que combina un buen espectro de luz con un consumo y emisión de calor medio. En la relación entre consumo y rendimiento se puede decir que son mucho más eficientes que las lámparas de descarga de alta intensidad.
Hasta ahora se ofrecen en 2 potencias distintas, los LEC de 315W y 630W, y otra de sus ventajas es que aparte de cosechar cogollos más pesados, conseguirás más resina y nivel de cannabinoides.
Con las luces LEC o CMH puedes llegar a conseguir un rendimiento de 1,5 g/w y la vida útil de estas lámparas puede llegar hasta las 15.000 horas.
Durante los últimos años han aparecido otras tecnologías que no han terminado de asentarse en el mercado. Es el caso del plasma o LEP, que se presentaba como una gran alternativa al Sodio pero al final se ha quedado en un sector muy minoritario. Los altos precios de los equipos limitaron mucho su distribución.
Las lámparas de inducción son otro ejemplo, se crearon unas espéctativas tan grandes que aunque no funcionen mal, no han llegado a ser lo que en principio prometían. Al igual que ocurre con las de plasma, sus precios tienen mucho que ver en que no se extiendan más entre los cultivadores caseros de marihuana.
Poco a poco la tecnología LED aplicada al cultivo de cannabis está desbancando a las lámparas de descarga de alta intensidad. Los precios de la electricidad, el rendimiento, y la conciencia que estamos adquiriendo por dejar una menor huella de carbono en el planeta son algunas de las razones para este cambio.
Fuente: https://pevgrow.com/blog/la-mejor-iluminacion-del-cultivo-de-marihuana-interior/